La Diputación introduce cambios respecto a la propuesta inicial, entre ellos eleva las cuantías a los dependientes de grado II y III y exime a los cuidadores familiares de más de 75 años de realizar la formación.
El nuevo sistema de prestaciones de dependencia en Gipuzkoa entrará en vigor el 1 de enero. El consejo de gobierno foral ha aprobado este martes el decreto en el que se han introducido cambios respecto a la propuesta inicial presentada por el departamento de Políticas Sociales que dirige la jeltzale Maite Peña.
El decreto establece un nuevo sistema de cuantías, que varían entre los 154 euros y los 834, en función del tipo de prestación y del grado de dependencia. Respecto a la propuesta inicial, se han elevado las cantidades a los dependientes de nivel II y III. Las cifras definitivas suponen un mayor desembolso del previsto y la Diputación destinará finalmente 4,4 millones más a las prestaciones, hasta un total de 63 millones al año. Con la anterior propuesta, la factura se iba a elevar en 3,6 millones.
En el proceso participativo abierto, en el que se han admitido alegaciones de partidos políticos, ayuntamientos, asociaciones y particulares, también se ha decidido eximir de la obligación de realizar un cursillo básico de cuidados a las personas cuidadoras que tengan más de 75 años. Ese cursillo deberán hacerlo los cuidadores familiares que pidan la prestación a partir del 1 de enero, pero no los que ya la están cobrando.
Además, se ha ampliado el plazo de seis meses a un año para que los dependientes que cobran la prestación por el cuidado familiar (PECE) y estén siendo atendidos por personas de más de 85 años puedan adaptarse a la normativa. El cambio les obliga o bien a tener un cuidador familiar de menor edad o bien a contratar a una persona ajena y poder recibir la prestación por asistencia personal (PEAP), el modelo por el que apuesta la Diputación.
En total, 9.333 de un total de 16.000 perceptores se beneficiarían del aumento de cuantías. Son seis de cada diez, ha destacado la diputada Maite Peña en una rueda de prensa, acompañada del portavoz foral, Imanol Lasa. La cantidad aumenta 45 euros de media. Por el contrario, tres de cada diez perceptores perderán una media de 35 euros de media y el 10% seguirá cobrando igual que ahora.